Facebook

En el 2000 estalló la llamada burbuja tecnológica. La primera fiebre popular por el fenómeno internet se cerraba con pérdidas hipermillonarias. Quizás por lo inmaduro del asunto, sumado a la especulación y sobrevaloración de portales que el tiempo fue dejando arrinconados y olvidados por el usuario y en el caso de España la poca implantación en las casas de acceso a la red (por aquellos años no superaba el 5%) hicieron que las espectativas por el invento temblaran.

Aun así , como era lógico prever, desde entonces los usuarios han crecido exponencialmente y Google capitaneó la continuación del capítulo. Y en esta secuencia las redes sociales (comunidades virtuales donde la gente se relaciona y comparte) son la estrella y de nuevo, como entonces, los movimientos especulativos planean sobre sus portales bandera. Pero las cosas han cambiado y la probabilidad de un derrumbe son menos, aunque las cifras con las que juegan los actores principales son mareantes. La tabla de salvación se llama publicidad.

La moda hoy en el mundo se llama Facebook, red social nacida en comunidades universitarias de EEUU y por la que recientemente Microsoft pagó 240 millones de dólares por el 1,6%, lo que haciendo cuentas da una valoración de 15.000 millones. Tiene 50 millones de usuarios y aquí poca presencia, la barrera del inglés frena su desarrollo. Su base es la simplicidad, en comparación al abigarrado MySpace. Facebook está tratando de añadir a todas las características propias de los portales sociales, publicidad adosada a los movimientos de los usuarios, es decir, que si compras algo por internet tus contactos recibirán un mensaje informando de ello y un anuncio de la compañía. Aunque esta opción es habilitada solo si el miembro quiere, no deja de ser chocante, una cosa es el "boca a boca" y otra ponerte un mono de piloto de carreras lleno de marcas. "Anuncios sociales" lo llaman.

Afortunadamente la sustancia de las redes va más allá de la cesta de la compra de cada uno y su expansión y afianzamiento en cualquier ámbito ciudadano se fortalece con independencia de quien es el portal dominante. Y si no que se lo pregunten a los internáutas sirios donde su gobierno ha bloqueado Facebook por su poder como medio de activismo político en la red.