jueves, 27 de marzo de 2008

La brecha digital


La expresión brecha digital es utilizada para referirse a un buen número de diferencias sociales, económicas, geográficas de género y generacionales. También a la disyuntiva del software libre frente al software patentado y a la implantación de servicios en línea por parte de las instituciones públicas. Todo un amplio abanico de datos y variables que hacen difícil un exacto retrato de la situación actual pero que esbozan unas rasgos básicos que se reafirman año tras año.

En primer lugar decir que a nivel global las TIC, tecnologías de la información y comunicación, siguen siendo, como en muchos otros aspectos económicos, cosa de los países industrializados. Difícilmente tantos cientos de millones de personas del llamado cínicamente tercer mundo se sentirán interesados por su acceso cuando su preocupación diaria es el hambre o la salud. Sin embargo esta herramienta, que no sólo es tener conexión a internet, se ha convertido por su desarrollo y posibilidades en un instrumento de primer orden para la mejora de sus condiciones de vida.

Volviendo a nuestro rebosante patio y de forma sucinta destacar que la brecha entre las grandes poblaciones y los núcleos rurales se acentúa con el paso de los años, lo que deja en muy mal lugar a las políticas desarrolladas por todos los gobiernos. Obligar a las empresas a que destinen parte de sus beneficios en zonas donde la demanda no es tan intensa y por tanto menos rentable es quimera en este mercado "libre".

En cuanto a sexos hay estudios que copian y reproducen los roles clásicos trasplantados a la red. No lo creo, pero sólo tengo la intuición para afirmarlo. Por edades, aunque los mayores de 55 cada vez más se acercan e integran a las redes sociales, siguen siendo minoría; es lógico tratándose de un fenómeno nuevo y que tiene en los más jóvenes sus más fervientes usuarios además de la casi ausencia de contenidos específicos.

Pero donde también se muestra la brecha digital paradójicamente es en las llamadas "élites desconectadas". Son aquellas personas que tienen puestos relevantes, tanto en empresas privadas como en administraciones, ministros, directores generales, altos cargos de toda condición y pelaje que desprecian por ignorarlo el cambio de ciclo. ¿Quién les insertará en el presente?

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