A raíz del guante echado por el periódico digital 20minutos.es para la celebración de un ciberdebate entre los candidatos a las generales de Marzo, se ha abierto a su vez en la red-patria otro de cómo debería producirse y cuáles serían sus reglas. Los políticos se apresuraron a decir que encantados, pero con la boca pequeña; una cosa es parecer modernos y predicar la innovación tecnológica con sofisticadas campañas de publicidad y otra meterse de lleno en el ojo del huracán de la red, un espacio de momento caótico.
El caos, al igual que otras palabras, sufre de la estigmatización del sistema y el repudio. Un concepto que debería de ser de obligado compañero en la interpretación de nuestros quehaceres y cuitas es redefinido como desorden y anarquía. El "vacío primordial" de los griegos clásicos es garabateado, difuminado, haciendo del hueco una mueca, como la sonrisa de un banquero absuelto de usura.
Y así es internet, caos, espacio donde gente de cualquier pelo y condición teclea en foros, redes sociales y demás grutas y el efecto mariposa desencadena, día sí día también, huracanes de información. "La ausencia de regulación gubernativa de los contenidos de Internet ha producido, incuestionablemente, una especie de caos, pero lo que ha hecho de Internet un éxito es el caos que representa. La fuerza de Internet es ese caos. De la misma forma que la fuerza de Internet es el caos, la fuerza de nuestra libertad depende del caos y de la cacofonía de la expresión sin trabas que protege la Primera Enmienda" (1996, Tribunal Federal del Distrito Este de Pensilvania). Continua en... Internet: ¿una arquitectura de libertad? Libre comunicación y control del poder. Manuel Castells, 2001-2007.
Siendo así las condiciones del laboratorio no extraña la desconfianza del político, no es lo mismo que las cuerdas del ring las teja "tu aparato" que las haga el público que paga la entrada. Las primerizas experiencias del uso de la red en las elecciones de EEUU nos hablan de un periodismo ciudadano y campañas de vídeo en youtube. Sucedáneos con sonrisa de las formas tradicionales de manipulación de los medios.
Ni los políticos debatirán en internet sin las reglas marcadas, ni los ya más de 20 millones de usuarios y votantes disfrutarán de un debate como la red manda; sin la venda se ve mejor. Se intenta y cada vez con más éxito, fagocitar internet, asimilarla y convertirla en lo que el resto de mensajeros ya son, dos espejos enfrentados repitiendo hasta el infinito el perfil de su amo. Spam, basura de un falso orden.
jueves, 24 de enero de 2008
Elecciones en internet
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