domingo, 15 de julio de 2007

Fosas no tan comunes


Banda de los presos en Valdenoceda.


¿Cómo nos puede parecer extraño que esta tierra no cierre página y se quiten las telarañas?. ¿Cómo puede parecer inaudito que la caspa persista en el tiempo manejando nuestros caminos?. ¿Cómo nos puede sorprender que los que un día fueron compañeros de escuela y vida se olviden de sus sueños y esperanzas y se acomoden al olor a rancio y podrido?. Cómo, si nuestra memoria histórica sigue escondida, enterrada en campos y cunetas.
Que alguien me diga si estoy equivocado pero creo que nuestra provincia esconde el mayor número de fosas comunes de la guerra civil (por lo menos en Castilla y León). Entre ellas las tres más grandes de toda España.
Con la precisión y la frialdad del asesino en serie, el fascismo decapitó a balazos el futuro. La educación, el libre pensamiento, la cultura y el respeto por el que aquellos nuestros abuelos dieron su vida, continúan buscando su aire y espacio. Y lo que fue peor, todavía el miedo instalado en muchas casas.
Que nadie se engañe, los hijos y nietos de aquellos que ordenaban los fusilamientos son los que hoy siguen mandando (lo escribo sin odio, constatando lo evidente). Y de casi nada ha servido el paso de los años. Su nacionalismo español excluyente e inmovilista, paseado bajo palio, afila las garras. Ahora ya no pueden sacar los tanques a la calle, quedarían fatal ante el mundo, ahora manipulan, atemorizan, compran voluntades y predican la no intervención del estado. Levantar tumbas es abrir las heridas, dicen. Cualquier médico de cabecera nos diría que para curar una herida primero hay que limpiarla.
En Valdenoceda había una cárcel franquista, ya llevan más de 150 cuerpos exhumados. Quien se encarga de que esto no quede en olvido es la Asociación de Familiares y Amigos de los presos republicanos muertos y represaliados en la prisión de dicho pueblo. En este mes las excavaciones se aceleran, ahí y en varios sitios más. La UBU, por su parte, celebrará del 18 al 23 de julio un curso sobre la represión y la guerra civil.
Siempre, cuando sale el tema, me acuerdo de Antonio José. Nunca tuvo inclinación política especial, su vida era crear música. Al poco de comenzar la guerra fueron a buscarle. Sus asesinos sabían bien lo que hacían, no sólo era necesario acabar con los republicanos, también con las personas libres y cultas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Se puede decir más alto pero no más claro.

MacGregor dijo...

como me gustaría estar equivocado.
salud.