jueves, 14 de junio de 2007

Cuando el ladrillo hizo crack


Que la internet vive momentos dulces es ya sabido. Como en todos los comienzos la sangre corre desaforada y con juvenil resolución igual te pegas un bacatazo que te encuentras con el plano del tesoro. Ya no vale (nunca fue así) que me diga que eso está lleno de piratas y pornografía, ¡como la vida misma, oiga!. Internet ya es el medio de transmisión de conocimiento más importante y democrático, no espere que los medios tradicionales le cuenten lo que está pasando, es su responsabilidad enterarse de ello.
Y uno de esos momentos se está produciendo ahora. Al igual que durante los infames días que siguieron al 11M cuando la verdad estaba "ahi fuera", la comprensión de la situación del mercado inmobiliario solo es posible a través del ADSL. Teclee en su buscador (por favor, no funcione en sistema mono, hay vida más allá de Google) "burbuja inmobiliaria" y déjese llevar por los foros de opinión, por personas anónimas que traducen artículos que estudian la economía española en los mejores digitales del mundo, por páginas que hablan de que algo huele muy mal y no es en Dinamarca.
Con la economía ocurre algo parecido a como cuando a nuestra bicicleta se le sale la cadena y las zapatas echan humo, el final es bastante previsible. Vivir por encima de nuestras posibilidades es lo que tiene. La estafa piramidal ya no da más de sí, el "motor ladrillo" estalló y toda una generación de jóvenes "neoesclavos" vivirán pendientes del euribor y del responsable del Banco Central Europeo, el Señor Trichet.
Hace un año nos camelaban con que todo iba de maravilla y que si se vendía tanto era por que los españoles lo podían pagar; en Octubre pasado la canción oficial era que como mucho los precios subirían lo que el IPC (desde hace tiempo este indicador está más trucado que el coche tuneado de mi vecino); en Enero que el aterrizaje sería suave y que solo bajaría en determinadas zonas (primera señal de pánico-metadona por las venas); hoy ningún "experto" con un poco de honradez niega la evidencia del exceso de stock y del descenso de la demanda, lo que en castellano de calle quiere decir que ya puede usted pensar en bajar el precio de su casa o zulito si quiere venderla.
Ya estoy oyendo a los mismos que ayer decían que "la vivienda nunca baja" pasar a "si ya lo decía yo que esto no podía seguir así". Mentalidad española.
Si usted está pensando en comprarse una casa hágame caso e infórmese porque dentro de un tiempo, es decir ¡ya!, puede salirle más barata. La recesión está servida.
Algún ministro-a debería incluir para su aprendizaje, en la nueva asignatura de Educación para la ciudadanía, lo que es una hipoteca y como tratar con los bancos. Ah vale, que se trata de que no lo sepamos.

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