jueves, 28 de junio de 2007

Derechos de autor

Manuel M. Almeida. mangasverdes.es: "Los músicos no tienen nada que temer. Los fotógrafos, pintores, escritores, los realizadores cinematográficos… Es la hora, el siglo y probablemente el milenio del creador. He dicho bien, ‘creador’, y no intermediario. Lo siento por la industria y las sociedades de gestión".
Nos estamos acostumbrando, cada día más, a ver noticias de artistas -músicos sobre todo, pero hagámoslo extensible a cualquier otra actividad creativa- que desafiando las leyes del mercado logran hacerse con un público que a su vez compra sus obras. El pasado lunes 25 el ministro de Industria, Comercio y Turismo Joan Clos afirmaba en elpais.com: "Todo el proceso de las descargas por Internet está creciendo muchísimo y es prácticamente imposible regularlo de manera eficiente. Estamos en el bando de los que promovemos la libertad". Deseando que no sea solo un posicionamiento interesado de cara a las elecciones, lo que está muy claro es que las cosas no volverán a ser como antes. Guste o no guste.
¿Y a quién no le gusta? Veamos las partes implicadas. El creador: es el que más tiene que ganar, sólo tiene que ser él mismo y aprender de la revolución tecnológica. El usuario: descarga música, envía dinero directamente al artista y evita e ignora al intermediario -más barato- (Conscience Cleared). El intermediario: ya no podrá imponer sus gustos o intereses y su estructura capitalista se ve en peligro.
Resulta como poco, raro, raro, oír a Carmen Calvo decir que las descargas están acabando con la cultura. ¿A qué cultura se refiere, no querrá decir a la industria?. ¿Esa industria que con precios abusivos nos expulsa de los cines, de las tiendas de discos, de las librerías; esa industria que pide un canon desproporcionado para todo, incluidas las bodas, comuniones y bautizos?.
Ellos saben bien, porque otra cosa serán pero de tontos no tienen ni un pelo, que o se acomodan a los nuevos tiempos o ya pueden buscarse otro trabajo. Como todos, a buscarse la vida, pero sin abusar de nadie.
El progreso es otra cosa.

Actualización: veo ahora en la edición en papel que los enlaces salen equivocados. Evidentemente son de la semana pasada. Perdón, a veces ocurren estas cosas. Los buenos están en esta entrada.
Actualización segunda: encontré el link perdido. Han sido tantas las páginas que se hicieron eco que no era difícil dar con ella. La volví a ver vía Enrique Dans. Dejo la que puse en principio porque me parece muy significativa.

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